Hoy recibí este mensaje :“espero te sientas mejor, después hablamos , a la tarde estoy por Belgrano, podrías darme la dirección de la peluquería ya estoy con ganitas de cambio......muchos mimos.”...automáticamente te llame, te di la dirección y el teléfono de la peluquería. A leerlo, inmediatamente me sentí halagado, sabia que pensaste en mi, sabia que tu deseo se sostenía en el mío, sabia que tus antojos complacían mis gustos. Pequeños detalles que solo con mencionarlos se convierten en ridículos, pero bien vale la pena vivirlos. Bien vale la pena saber que te importo, saber que me tenes presente en aquellas cosas insignificantes, que solo al considerarlas se convierten en imprescindibles para sentirme bien, a gusto, querido, halagado.
Aquella tarde de domingo que pasamos en la cama hablamos sobre cortes de pelo y demases. Hoy aquel comentario que tire al aire, mientras acariciaba tu pelo, se hacia un gusto cumplido gracias a tus arrebatos de cambio.Te llame a las 17:45, estabas comiendo un havana y tomando café con tu amiga en Belgrano. Tenias turno en la pelu a las 18:30...colgada, apúrate que no llegas!!!!!...si, llego (siempre cocorita)...a las 19:15 otro campaneo en mi celu y el siguiente mensaje “si sigo rejuveneciendo termino en guardería”...me rei, te llame de inmediato. Hablamos, reímos, y decidimos vernos, yo no aguantaba no verte, vos tampoco. Bajaste del 112 y te vi, estabas divina, espléndida, lo sabias y yo también. Paseamos juntos con la promesa de separarnos al llegar al final de la avenida, pero como siempre nos pasa, se nos pasa lo pasado y nos quedamos presentes en alguna esquina besándonos eternamente, soñando con futuras mañanas, tardes y noches de cama, mimos, palabras, pelis, papas fritas y besos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario